Guerra de almohadas

Primera cita mundial contra el alojamiento turístico ilegal en Nueva York, que tiene el foco puesto en erradicar por completo los graves perjuicios que ocasiona esta modalidad de alojamiento, así como las plataformas online que las comercializan. Manel Casals, director general del Gremi d’Hotels de Barcelona, encabezará la delegación barcelonesa que tendrá lugar los próximos 18 y 19 de noviembre. 

En estos últimos años, el sector hotelero ha disfrutado de una alta satisfacción general, no teniendo que batallar en exceso con el resto de oferta por gozar de una suficiente y “sana” demanda, aunque ya vaticinaban que los alojamientos turísticos podrían perjudicar, a la larga, los intereses generales del colectivo. Nadie veía como competencia directa a este tipo de alojamientos, pero una vez valorado el ejercicio, el agujero entre los visitantes esperados y la capacidad de alojarlos es cada vez mayor. ¿Dónde va el resto de visitantes si no hay oferta suficiente? Por lo que ahora, está en boca de todos que la cifra es preocupante y escandalosa, por otro lado, manifiestan que encima juegan con ventaja. El debate está servido, el colectivo pide colaboración entre las administraciones públicas, “para que no miren a corto plazo, y pongan en marcha la maquinaria del estado, para regular toda esta oferta pensando en que el colectivo hotelero es el único hoy por hoy capaz de crear empleo”. En este sentido, muchos apuntan que un sector con tanta temporalidad nunca podrá ser tan relevante para la economía española, e incluso muchos condenan la precariedad laboral del sector. 

“BeLegalMyFriend”, este fue el lema presentado por Fevitur (Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos) esta semana pasada en la WTM18 en Londres, se trata de una campaña de sensibilización, concienciación y lucha contra el intrusismo. 

La campaña pretende vender la idea en positivo de lo que son las viviendas turísticas, lo que se conoce como “economía colaborativa”, ya que en muchas comunidades empiezan a representar un porcentaje relevante. Fevitur quiere luchar contra la idea extendida de que estos alojamientos suelen ser ilegales y defiende que “las viviendas turísticas son dirigidas por empresas gestoras que contratan personal, pagan impuestos y repercuten en los comercios de la zona”. 

Barcelona, a pesar de que dispone de un parque de alojamientos turísticos extenso y legal, desgraciadamente cuenta también con una oferta ilegal de este tipo de viviendas, que perjudican tanto a quien las alquila como a la ciudad. No estaría de más, que hiciera también un llamamiento al sector hotelero, ya que ellos son los principales afectados, o al menos los que hacen más ruido para que la actividad se regule. En Barcelona, el ayuntamiento ha puesto a disposición de los vecinos y turistas, nuevos canales para ayudar a combatir el fenómeno de las viviendas de uso turístico (VUT) ilegales de la ciudad. 

Con toda la buena intención de la iniciativa, el sistema sigue siendo farragoso y las actuaciones muy lentas, el colectivo hotelero no puede depender de que la acción pase por el turista que viene a nuestra ciudad o del vecino quién es realmente el que sufre las molestias en el día a día. Allá donde vayas siempre hay alternativas a todo, en el siglo XXI las redes sociales mueven millones de datos por microsegundo, donde si eres lento en reaccionar puedes quedarte fuera. Las “VUT” han llegado para quedarse en una modalidad u otra. Estamos de acuerdo, que la ilegal genera especulación, economía sumergida y no repercuten positivamente en la convivencia con los vecinos y ciudadanos. Pero la regulada, hoy por hoy, empieza a ser competencia muy directa para los hoteleros.

Se trata de una amenaza más que el sector tendrá que incluir en sus estrategias empresariales para luchar en condiciones de mercado en cuanto antes. El hotelero va a tener que salir de su zona de confort, y pensar en que valores diferenciales están aportando a sus clientes para captar su atención, por lo que los empresarios deben ponerse las pilas a innovar o estarán fuera del mercado. “La guerra de almohadas” debe empezar desde el hotel, fidelizar al cliente a través de su experiencia in-house porque el hotelero no puede competir en precio con esta modalidad de alojamiento. Al final, no importa lo que vendas o servicio prestes, hoy en día hay que pensar en que problema solucionas al cliente, que valor diferencial le estás aportando, y porque tú y no otro, para que la próxima vez que se desplace piense en tu marca. Una batalla de precios no es la solución, “es pan para hoy y hambre para mañana”, innova, desmárcate, busca complementarios para tu establecimiento, y sé rápido en aplicarlo, sino, el de al lado lo pondrá en marcha antes que tú.


www.cogtel.es    info@cogtel.es